Martes 9 de Octubre, clase de Didáctica. Como de costumbre
contengo la respiración nada más ver que la profesora entra por la puerta del
aula. La busco con la mirada e intento escudriñar con qué nos sorprenderá esta
vez.
No me equivocaba, nada más abrir la boca te impresiona con
esa energía y la imponente actitud que le caracteriza. Hoy nos propone una
actividad para afianzar los últimos conocimientos que estuvimos tratando en
clase la vez pasada. Para ello debemos formar grupo de unas cinco personas y tratar
de encontrar por el Campus ejemplos de los tres tipos de educación (formal, no
formal e informal) e identificar en ellos todos los elementos del Curriculum
educativo (contenidos, metodología, objetivos, evaluación).
Tras unos minutos de explicación de la actividad y responder
algunas dudas nos ponemos manos a la obra y rápidamente formamos el grupo.
Somos cinco y lo primero que hacemos es poner en común las definiciones de los
tres tipos de educación para así hacer más fácil nuestra búsqueda e ir a aquellos
lugares donde sabíamos que podríamos encontrar los ejemplos que buscábamos. Al
dar una vuelta por los diferentes edificios dimos con una clase en la que se
estaba dando Fundamentos Históricos, la metodología que se estaba usando era
mediante apuntes en la pizarra ya que se había producido un problema con la red
y no podían hacer uso del ordenador de clase. Su evaluación era mediante examen
así que sin dudarlo lo pusimos como ejemplo de educación formal.
Como ejemplo de no formal pusimos un cursillo de animación
sociocultural del que pudimos saber gracias a uno de los carteles que había
puesto en uno de los diferentes tablones que hay repartidos por toda la
universidad. De la metodología y evaluación no pudimos poner nada debido a que
había poca información en ese cartel y no nos posibilitaba identificar estos
dos elementos.
Por último como educación informal pusimos un ejemplo que
nos encontramos en una de las idas y venidas por el Campus, dos compañeras de
clase se encontraban en un banco discutiendo sobre los horarios. Una le
preguntaba a la otra algunas dudas que tenía sobre ellos y la otra le respondía
e intentaba hacer que lo comprendiese.
Después de 45 minutos buscando estos ejemplos volvimos a la clase
y todos los grupos pusimos en común lo que habíamos encontrado por separado. Fue
grato ver como habíamos conseguido identificar los tipos de educación satisfactoriamente
y escuchar los ejemplos que los demás daban.
Hubo muchos distintos a los nuestros y muy buenos además. Cosas que a nosotras no
se nos habían ocurrido a otros sí se les ocurrió y escucharlos nos enriqueció a
todos, al menos a mi. Para nada era una clase que me fuese a esperar de Didáctica
porque se sale totalmente de lo que para mi es “el modo normal de dar clases”, pero
la verdad que se agradeció cambiar el modo de impartirla y a mi me sirvió más que
cualquier clase teórica que hubiésemos dado ese día, ya que, con ejemplos prácticos
y vistos por ti misma es como mejor comprendes las cosas.
Dime y lo olvido, enséñame y lo recuerdo, involúcrame y lo
aprendo.
Benjamin Franklin (1706-1790).
Bien esta entrada. Bien redactada y escrita con pasión. Así las quiero todas.
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